Los gases de efecto invernadero son necesarios para el mantenimiento de la temperatura, no obstante, su exceso puede causarle daños irreversibles al planeta.
Muy presente y estudiado en la asignatura de ciencias, el término Efecto Invernadero se torna familiar desde los primeros años de la vida escolar, pues él es un fenómeno natural esencial para la existencia de la vida humana en el planeta Tierra. El efecto invernadero es un procedimiento de la Tierra para estabilizar su temperatura. Una parte de la energía solar que llega al planeta se refleja de regreso al espacio, el resto es absorbido por la superficie terrestre y por los océanos con la ayuda de la presencia de gases como el metano (CH4), el dióxido de carbono (CO2) y el vapor de agua (H2O), este movimiento de absorción del calor se refiere al efecto invernadero. Sin él la temperatura promedio de la Tierra sería muy fría, alrededor de 18 grados negativos.
A pesar de que los gases de efecto invernaderos sean fundamentales para el mantenimiento de la temperatura adecuada del planeta, cuando están presentes por encima del límite son altamente perjudiciales. A lo largo del siglo pasado este efecto ha aumentado considerablemente debido a la alta emisión de gases en la atmósfera y, entre los principales están CH4, CO2 y óxido nitroso (N2O). La quema de combustibles fósiles (gasolina, carbón y diesel) y los incendios de los bosques son las principales fuentes de emisión de CO2.
Alertas para el exceso de emisión de los gases de efecto invernadero
A lo largo de los últimos 140 años la temperatura de la Tierra subió en más de 1ºC. Si el aumento de la emisión de dióxido de carbono permanece en el ritmo actual, la temperatura permanecerá en ascensión y los riesgos ecológicos tienden a ser irreversibles. Además de las tempestades intensas que tienden a ocurrir frecuentemente, el derretimiento del hielo en las regiones polares puede ocasionar inundaciones en la mayor parte costera de los continentes, haciendo que ciudades costeras dejen de existir. Con la modificación de la distribución de calor en el planeta, lugares que hasta entonces eran polos agrícolas pueden tornarse desérticos.
Protocolo de Kyoto
La discusión sobre el aumento del efecto invernadero es constante. En febrero del 2005 entró en vigor el Protocolo de Kyoto, un acuerdo internacional firmado por 141 países cuya intención es establecer metas para la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Entre 2008 y 2012, países industrializados y la Unión Europea se comprometieron en disminuir colectivamente en un 5% las emisiones de gases en comparación a lo emitido en 1990. Para esto, cada país recibió metas individuales. En una segunda etapa, las mismas partes se comprometieron, entre 2013 y 2020, a reducir colectivamente en un 18% las emisiones de gases de efecto invernadero teniendo como año base a 1990.
Biocombustibles y la reducción de la emisión de CO2
Teniendo en consideración que el uso de los combustibles fósiles en los automóviles es el responsable de la gran cantidad de emisión de CO2, los biocombustibles se tornan esenciales para la reducción de la emisión de contaminantes, a fin de cuentas, son generados a partir de fuentes renovables (maíz, ricino, girasol, maní, soja, etc.). Novozymes, pionera en la industria de la bio-energía, dispone de un amplio portafolio de enzimas altamente eficaces para todas las áreas de la producción de biocombustibles, que son inigualables en términos de desempeño, calidad y confiabilidad.